En el centro de Portugal, entre Castelo Branco y Coimbra, se encuentra la red de Aldeas de Pizarra, que cuenta con 27 aldeas de 16 municipios, formadas principalmente por montañas de pizarra, parte de la identidad del territorio. Gracias a estas piedras, los pueblos que antes estaban en ruinas son ahora un preciado destino turístico. Los habitantes de estos pueblos son tan acogedores que si les das una charla, te vas con la historia de la vida allí.
La aldea de Pedrógão Pequeno, también conocida como Aldeia do Xisto, está situada en la orilla izquierda del río Zêzere, cerca de la presa de Cabril y tiene 753 habitantes (datos de 2011).
Esta aldea tiene una vasta historia, que comienza mucho antes de Cristo, y en ella se conservan monumentos romanos que aumentan la riqueza existente en Pedrógão Pequeno. Siendo uno de los "pueblos blancos" de las Aldeas de Xisto, Pedrógão Pequeno contiene sólidos y gruesos muros, que muestran una íntima relación con el campo, resistiendo el paso del tiempo. Hay muchas cosas que explorar en este magnífico pueblo, como la calzada romana, el puente filipino de Cabril, una picota, edificios privados de diferentes siglos (del XV al XX), el Comedor Escolar Manuel Ramos, el antiguo Hospital de la Misericordia, el Puente Ribeiro, el edificio del Consejo Parroquial, varias capillas, entre otros monumentos de los alrededores.
Si le gusta la historia y es un amante de la naturaleza, no querrá perderse este hermoso pueblo lleno de recuerdos. Y si busca un lugar para relajarse después de esta increíble visita a la aldea, venga a descansar al Hotel da Montanha.
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